Tu sonrisa, mi revolución

Despéiname, una vez más,
rompe estos barrotes. Ven y ábreme la puerta.

Búscame. Encuéntrame. Libérame, mantenme salvaje.

Ellos no entienden, ellos no ven,
que tú eres el propio fuego.

Que tú siempre quemas, pero nunca ardes.

Posees las reglas del juego, y el propio miedo.
Eres, de esta revolución, el grito más fuerte.

La utopía más deseada.

Quizá por eso te escondes, debajo de mi cama.
Huyes de la censura, buscas protección.

Andan tras la pista de tu dulzura.

Y quizá me encuentren en acto de rebeldía,
y por medio de la tortura me hagan llorar.

Que vengan. No voy a huir, no tengo prisa.

Pero ojalá suene pronto en nuestros oídos
el himno libertador de tu risa.

Que cunda el pánico, que se propague el caos.

Que corra la voz y el mundo sepa
que se vuelve a mover por tu sonrisa.

La chica del chubasquero amarillo.

Una respuesta a “Tu sonrisa, mi revolución

  1. Que se proclame el caos… en todas las guerras hay vencedores y vencidos pero el que más ansía algo más hace por recuperarlo. Ya ni 10 años pueden impedir que las sonrisas vuelen, que recorran cada nube como un niño disfruta del recreo. Un recreo que se hace corto a pesar de tenerlo igual al día siguiente y que cuando se acabe no logrará que se nos perdamos en el olvido.
    Alucinante entrada chica del chubasquero amarillo… Inspiras a leer y emocionarse. Y lograr eso a la vez muy pocos lo consiguen.
    Un abrazo incalculable.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario